Este blog fue creado por y para alguien. Ese alguien es un
hombre con el que he compartido una parte muy importante de mi vida: nos
conocimos con mis efervescentes dieciséis años y desde entonces ha supuesto
grandes cambios y hechos trascendentales para mí. También sentimientos, siempre
a flor de piel. Prácticamente todos los textos aquí escritos tienen, aunque sea
mínimamente, algo que ver con él. En muchos, él está reflejado totalmente, en
otros solamente algunas frases, que pocas mentes de rápido pensar y que nos
conozcan mucho pueden llegar a entender.
Es muy duro lo que os quiero contar hoy, y casi ni me salen
las palabras. Puede que sea el texto menos significativo que leáis aquí, pero
posiblemente sea el más cuerdo, o al menos, el escrito con más coherencia y
cabeza. Ya no puedo más. Las historias que aquí cuento no son historias
inconexas procedentes de una imaginación desbordante, no. Bienvenidos a mi
historia. A nuestra historia separados, contada desde mis ojos. Ahora podéis
releerlo todo y confirmar que la persona para la que he creado este blog es
quien pensáis que es, o también podéis quedaros con la duda. Mucho no me
importa, ya que la tercera opción es seguir leyendo este texto y daros cuenta
de que lo único que quiero es romper el bucle en el que estoy metida.
Llevo demasiado tiempo envolviéndome en mi propia pena, en
mi propio dolor, en mi alegría momentánea, en los recuerdos, en las ganas de
retomar historias que realmente no quiero retomar. No podemos pretender
alimentarnos eternamente a base de un plato de espinacas. Adoro las espinacas,
pero tengo claro que no podría comerlas más de cuatro días seguidos sin tener
que parar y hacer un cambio. Es eso precisamente lo que necesito, salir del bucle
en el que me metí escribiéndole cosas que no está leyendo, y aunque no sea lo
que me importe, en cosas que solamente se hacen reales por escrito. Que ya no.
Que de tanto exprimir se nos está rompiendo la cáscara. Que estoy bien, y soy
feliz, pero no quiero seguir permitiéndome esto.
Para ti, que llevas años sabiendo lo que pasa por mi
cabecita. Para ti, que siempre quisiste parar esa prisa que tuve yo por crecer.
Para ti, que te cansaste de decirme que no soy quién de forzar las cosas, las
relaciones, los sentimientos. Para ti, que me pediste, desde el día que nos
conocimos, que dejase que el tiempo nos pusiera en nuestro lugar. Mi tiempo es
oro, y no, no tengo prisa, pero es el bucle del que estoy saliendo el que me
lleva de nuevo a lo mal que estuve hace dos años cuando tuve que dejar de
verte. Cuando ahorraba hasta el céntimo del suelo para coger un tren e ir a
verte, y luego decidí que ya era hora de seguir creciendo en un sitio mucho más
alejado. Y tuvimos que dejar de reencontrarnos cada mes. Y las circunstancias que vivimos hicieron
que fuera mucho más complicado todavía. Y decidí seguir creciendo apartada de
esto, de lo que escribo aquí, de lo que te escribo. Todo esto es tuyo, porque
eres, tanto como yo, artífice de cada segundo que ansié vivir a tu lado y no
pude. Y de cada momento en que me mirabas a la cara y nos repetíamos que íbamos
a vivir aquel día como si ya no quedasen más. Y, al menos como esos, no quedan
más.
After the show you walked right past. Arms reached out for your autograph, and as you flashed your backstage pass i caught your eye with a camera's flash.
The Lonely 1, Being there, Wilco.
After the show you walked right past. Arms reached out for your autograph, and as you flashed your backstage pass i caught your eye with a camera's flash.
The Lonely 1, Being there, Wilco.