miércoles, 1 de febrero de 2012

Si buscas milagros, mira:

Espiar el sol cuando se esconde en el horizonte de la ría. La ría que te dé la gana, o el horizonte que más rabia dé. Curiosear las miradas que nos observan mientras lo hacemos, de madrugada, escondidos de pié tras las cortinas del balcón.
 
Merodearnos mutuamente escuchando el salto de agua que tan bonito hace el paisaje de ese lugar. El lugar que te dé la gana, o el paisaje que más rabia te dé. Soñarnos despiertos en un futuro incierto, con certeza sobre un, de aquélla, próximo mañana separados, aunque no solitario amanecer.

 
Palpar con nuestras propias manos la rueda de aquella máquina del tiempo que tantos fotogramas deja a nuestro paso. Los pasos que te dé la gana, o los fotogramas que más rabia te den. Cosquillear recuerdos de vez en cuando, utilizando verbas que cuesta más leer que escribir.

 
Desvivirnos, por momentos, enjaulados en nuestras propias cárceles de respeto que emanan placer. El placer que te dé la gana, o el respeto que más rabia te dé. Mostrarnos desnudos cuerpos, desnudas mentes y desnudas entrañas; llorar desnudos, reír desnudos, vivir, desnudos, sin importarnos qué hacer.





Franck soletreou amodiño:
-Non… que… ro… que… te… va… ias.
-Non…
-Moi ben, sigue… que…
-Teño medo.
-Medo de que?
-Medo de ti, medo de min, medo de todo.

Xuntos e máis nada; Segunda Parte: 16. Anna Gavalda.

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